Riesgo Operativo

El riesgo operativo  

Es la posibilidad de ocurrencia de pérdidas financieras, originadas por fallas o insuficiencias de procesos, personas, sistemas internos, tecnología, y en la presencia de eventos externos imprevistos.

Esta definición incluye el riesgo legal, pero excluye los riesgos sistemáticos y de reputación, así también no se toma en cuenta las pérdidas ocasionadas por cambios en el entorno político, económico y social. Las pérdidas asociadas a este tipo de riesgo pueden originarse en fallas de los procesos, en la tecnología, en la actuación de la gente, y también, debido a la ocurrencia de eventos extremos externos.

Tipos de riesgos operativos:

Ocasionados por desastres desastres

Los desastres naturales forman parte de aquellas situaciones ajenas al control de las empresas que pueden generar grandes pérdidas; por lo tanto, deben ser comprendidas en las medidas preventivas y de contingencia de todo equipo laboral. No se trata solamente de destinar parte del presupuesto para compensar tales riesgos, sino velar por que el inmueble se encuentre en condiciones de afrontar algún imprevisto de esta índole sin poner en riesgo a las personas que ahí laboran; asimismo, deben tomarse en cuenta protocolos de emergencia que eviten la exposición o pérdida de información vital de la compañía y, de ser posible, que aseguren el mobiliario de la misma.

Fraudes internos o externos

Atender la posibilidad de fraudes tanto dentro como fuera de una compañía, así como establecer acciones que les hagan frente, evitará pérdidas y malos ratos a los responsables de alguna compañía: un sistema de control interno ayudará a fortalecer las zonas grises de la empresa, evitando que esta se vea envuelta en actos fraudulentos o que no pueda responder a ellos en tiempo y forma.

Problemas de seguridad o autenticación

Dentro de los sistemas inteligentes de los que se hace uso en la industria, destacan aquéllos destinados u optimizados para conferir seguridad, privacidad y autenticación en las compañías, sobre todo si estas hacen uso de información confidencial o de activos de gran valor. Y debido al auge de ataques cibernéticos, así como de la especialización a la que estos se han sometido, las compañías deben prestar vital atención a los procesos de calidad que determinen si sus sistemas de seguridad son confiables o no, así como si se encuentran debidamente actualizados.

Garantía de calidad

Toda empresa proveedora de bienes o servicios adopta, por defecto, cierto porcentaje de falla en las garantías de calidad de aquello que oferta; por lo tanto, destina cierto capital para contrarrestar la estadística: puede ser que una compañía dedicada a la producción y distribución de electrónicos, estime un 0.01% de productos defectuosos en su lote final, por lo que no solo prevé en su presupuesto lo que estos retornos por parte de cliente le costarán, sino que  estipula una política de devolución.

Problemas de regulación

Las lineamientos legales que conforman la industria comercial son vastos; por tanto, el espectro de riesgo plausible en las actividades que atañen a una empresa son variados y latentes, siendo la regulación de procesos, uno de ellos. Para contrarrestar este posible factor de riesgo, las compañías deben asegurarse de esclarecer las debidas responsabilidades de cada rol de la misma, estableciendo políticas conductuales complementadas con las repercusiones éticas y sociales que las malas prácticas pueden significar a la industria y compañía.

Para tener una mejor noción de las consecuencias que conllevan los riesgos operativos, así como la manera adecuada de pronosticarlos, evaluarlos y contrarrestarlos, es crucial atender diversos cursos de preparación en el tema, tales como el Curso de Administración del Riesgo Operativo.

Mediciones del Riesgo Operativo

Suelen distinguirse tres metodologías para el cálculo del Riesgo Operacional:

Método del Indicador Básico
Método Estándar
Métodos de Medición Avanzada